Ábreme esa ternura inmortal,
Fácilmente me lleno de tu pureza.
Incluso si no te vuelvo a ver,
Seguiré hambriento de tu ser.
Trance perpetuo de tu encanto,
Me envuelve tan acogedor.
Como el sol de las mañanas,
Iluminas mis días,
Sin interrupción.
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